martes, 29 de julio de 2008

Definiendo Terminos en Salud: Eficacia y Eficiencia

EFICIENCIA

Consiste en el buen uso de los recursos. En lograr lo mayor posible con aquello que contamos
“Es la búsqueda de la reducción de costos en cada servicio en particular y en la protección de la salud de cada individuo”
La eficacia, es un concepto estrechamente ligado a los objetivos de la reforma del sistema sanitario. Para evaluar la eficacia se debe tener claro cuales son los objetivos que perseguimos y su viabilidad.

EFICACIA

“Capacidad para obrar o para conseguir un resultado determinado”
"Capacidad de lograr el efecto que se desea o se espera, sin que priven para ello los recursos o los medios empleados“
La obtención de los resultados deberá exigir la menor cantidad de eventos posibles y solo producirse como eventos encadenados integral y orgánicamente orientados hacia los resultados”
Eficacia se refiere a los "Resultados" en relación con las "Metas y cumplimiento de los Objetivos organizacionales". Para ser eficaz se deben priorizar las tareas y realizar ordenadamente aquellas que permiten alcanzarlos mejor y más rápidamente.
El grado de cumplimiento de los objetivos nos dirá si una gestión ha sido eficaz. Si no lo ha sido, deberían clarificarse los mismos y revisar la metodología para poder alcanzarlos.

EFICACIA- EFICIENCIA

Si un grupo humano dispone de un determinado número de insumos que son utilizados para producir bienes o servicios, "eficiente" será aquel grupo que logre el mayor número de bienes o servicios utilizando el menor número de insumos que le sea posible. "Eficiente" es quien logra una alta productividad en relación a los recursos que dispone.


Presentado por : Karinn Manrique Lezama

Opinando sobre Equidad de Género

La equidad de género es un derecho humano que no es utilizado por completo. Las relaciones desiguales de poder hacen que las mujeres y los hombres no gocen de los mismos derechos socioeconómico, político y religioso. Para que las mujeres y hombres tengan los mismos derechos, deben estar en capacidad de participar en los procesos de toma de decisiones pero eso no ocurre hasta nuestra actualidad.
En el principio se dice que las mujeres son diferentes de los hombres, son tildadas de inferiores y "dependientes de ellos", diciéndose además que
la mujer es del sexo débil y el hombre del sexo fuerte y agresivo. Esta forma de pensamiento llegó a convertirse en un modo de conducta y creó determinados estereotipos.
Las mujeres en especial de condición humilde, soportan cargas de trabajo más pesadas, debido a que en ellas recae la responsabilidad de cumplir las tareas domésticas del hogar. También las mujeres de zonas rurales y mujeres indígenas no se les permite ir a la escuela solo por el simple hecho de ser mujer y por lo mismo se dice que la mujer esta echa para criar a los hijos, atender al esposo y ser dependiente de el.
Una mujer que vive y trabaja en ciudad ha alcanzado prácticamente el mismo nivel de educación que el hombre, e incluso lo ha superado pero aun así sigue participando menos en el mercado laboral y ganando menos que el hombre aunque trabaje más que ellos".
Con estas conclusiones llegamos a pensar que no son los factores biológicos los que limitan la participación de la mujer, sino que son factores sociales y culturales los que están incidiendo con gran fuerza.
La equidad de género siempre será un problema de las culturas presentes, quienes tienen la necesidad de convivir en un entorno de equilibrio, de participación, de justo reconocimiento al hombre y a la mujer por igual en todo lo que aportan a la sociedad, para que esto suceda se necesita promover mucho mas este derecho de igualdad.


Presentado por: Iris Vanesa Espinoza

Opiniando sobre la Mortalidad Materna...

La presentación de este tema esta hecho para sensibilizar a la población a uno de las causas más frecuente de muertes en el Perú. De acuerdo con la ENDES 2000, la razón de mortalidad materna para el período 1994-2000 fue de 185 muertes por cada 100 mil nacidos vivos. A pesar de que esta razón es reflejo de un progreso importante con respecto al período 1990-1996, sigue siendo una de las más altas de América Latina
La mortalidad materna no afecta a todos los sectores por igual. También en este problema se puede hallar la repercusión perversa de las brechas sociales y económicas señaladas en las secciones previas de este reporte.
La pobreza, el bajo nivel educativo y la escasez de servicios según el área de residencia son algunos de los factores que incrementan el riesgo de muerte relacionadas con la maternidad para la mujer en edad reproductiva. Las causas de muerte no se han modificado significativamente en los últimos años. Las causas directas de muerte siguen siendo las complicaciones del embarazo, el parto y el puerperio inmediato. La mayoría de las muertes ocurren por complicaciones del parto. Así, si bien no necesariamente son predecibles, la mayoría de muertes son evitables a costos relativamente bajos. Ello revela la necesidad y la importancia de una atención médica adecuada y oportuna durante el embarazo y en el momento del parto.
La pobreza es una de las razones principales que impide que las mujeres ejerzan el derecho a la maternidad segura. La falta de dinero es mencionada como una de las causas más importantes para no acudir a establecimientos de salud, especialmente entre las mujeres de los quintiles inferiores de ingresos.
Consistentemente con las inequidades persistentes en el país, los porcentajes más altos de embarazo adolescente se hallan en las zonas de mayor pobreza y exclusión, y en los grupos humanos con menores niveles de educación
En las zonas urbanas, la cobertura de parto institucional en el quintil de ingresos superior es el doble que la del quintil inferior. En las zonas rurales, la brecha es de 5 a 1 en lo que se refiere a la cobertura de parto institucional en el quintil superior versus el inferior. En el quintil de ingresos inferior, 81,6% de las mujeres da a luz en su vivienda. En las zonas rurales, lo hace 74,5% de las mujeres, mientras que en las comunidades indígenas, esta proporción alcanza al 90% de los partos.
En términos de niveles de educación, la ENDES 2000 muestra que 14,5% de los partos de mujeres sin educación ocurrió en establecimientos de salud y 17,5% fueron atendidos por personal profesional de la salud. Las razones principales dadas por las mujeres de los dos quintiles inferiores de ingresos para no acudir a un establecimiento de salud del MINSA al momento del parto fueron su lejanía, factores relacionados con el contexto sociocultural específico y falta de dinero.
Los promedios nacionales muestran que en el 2000, aproximadamente 4.900 de los partos registrados (40%) no ocurrieron en establecimientos de salud; de la misma manera, cerca del 40% de las gestantes no fueron asistidas por personal profesional de la salud en el parto. A pesar de evidenciar un avance significativo con respecto a inicios de la década de 1990, los indicadores desagregados de partos institucionales (ocurridos en establecimientos de salud y atendidos por personal profesional de la salud) reflejan la persistencia de las enormes inequidades que invaden el país.
El SIS actual fue diseñado como parte de una estrategia para eliminar la barrera económica en el acceso a atenciones médicas prenatales, de parto y posparto. Ha sido exitoso en la afiliación de madres gestantes, especialmente en las áreas urbanas. El desafío actual es ampliar su cobertura en las áreas rurales, especialmente en las zonas andinas, de Selva y en los dos quintiles más pobres de la población (8,4% de las madres del quintil 1 y 6,6% de las madres del quintil 2 estaban afiliadas en el 2000).
Durante el 2006, un total de 536 madres gestantes perdieron la vida; mientras que en 2007 el índice de mortalidad materna registró 513 decesos, lo que representó una disminución de cuatro por ciento respecto al año anterior.
Contribuyamos al desarrollo de nuestro país no seamos ajenos a nuestra problemática, brindemos calidad en nuestros servicios para realzar el sistema de salud de nuestro país, esta en nuestras manos cambiar nuestra realidad y con tu ayuda lo lograremos…

Presentado por : Mónica, Fanny, Karinn, Iris

El Cirujano Invisible

Halmilton Naki

Cuando el doctor Christian Barnard anunció en diciembre de 1967 que había realizado con éxito el primer trasplante de corazón, nadie supo en su país –Sudáfrica– que quien extrajo con maestría el corazón del donante y lo preservó hasta que lo colocaron en el organismo del receptor fue Hamilton Naki, un empleado del hospital que había ingresado años antes como jardinero y que, a fuerza de experiencia, se había convertido en ‘cirujano’ no oficial. En la Sudáfrica de los años 60, con el apartheid imperante, no hubiera podido estudiar medicina: era negro. Por esa razón su historia no se conoció por décadas, hasta que cayó el régimen que separaba a blancos y negros. "Si hubieran publicado mi fotografía, los responsables habrían ido a la cárcel. Así eran las cosas", contó en una entrevista, años antes de morir. Su postergación fue tan injusta tras la proeza médica, que cuando una vez apareció en una foto al lado del equipo de doctores de Barnard, vestido con gorro y protector de boca, el hospital se apresuró a aclarar que se trataba de "un empleado de limpieza". La forma en que Naki llegó a ocupar un lugar en el equipo médico que realizó el primer trasplante de corazón es increíble. Abandonó la escuela y encontró su primer trabajo a los catorce años cortando el césped en la Universidad de Ciudad del Cabo. Después pasó a limpiar las jaulas de los animales de laboratorio y siguió avanzando cuando un profesor le pidió que le ayudara a anestesiar a los animales usados por los estudiantes de cirugía. Con el tiempo aprendió a utilizar el bisturí con más pericia que los alumnos, suturar heridas, cerrar vasos sanguíneos.


Una razón convenció a Barnard de pedirle a Naki integrar su equipo: su capacidad para enseñar a los estudiantes de medicina a realizar complicados trasplantes de hígado en cerdos, un procedimiento que se dice es técnicamente más complicado que los trasplantes de corazón en los humanos. Lograba suturar diminutos vasos sanguíneos con sorprendente precisión y hasta completaba las operaciones que los estudiantes de medicina dejaban sin terminar. "Los alumnos me pedían consejo y me llamaban ‘el padre cirujano’", dijo Naki alguna vez. Era un cirujano autodidacta que, increíblemente, había aprendido de la mera observación y obtenido su destreza practicando con animales. Su talento solo lo conocían quienes compartían quirófano con él. Oficialmente era el auxiliar de limpieza. El reto al lado de Christian Barnard era distinto: a él le toco retirar el corazón de la mujer (que perdió la vida atropellada por un coche) y que fue a parar en el cuerpo de un hombre adulto, el primero que recibió un corazón ajeno. Nada de esto se conoció en su momento. En los años 60 y las décadas siguientes Naki siguió siendo solo un ciudadano negro que vivía en un barrio periférico de Ciudad del Cabo y no un ‘médico consagrado’ como ocurrió con todos los demás. Recién cuando el ‘apartheid’ desapareció en 1994 se reveló su contribución a la ciencia. Hasta Christian Barnard se animó a hablar el 2001 –también poco antes de morir– sobre Naki: "Técnicamente él es mejor que yo". El 2003 el gobierno le otorgó un título de medicina honorífico por sus largos años entrenando cirujanos. Hamilton Naki murió en mayo del 2005 a los 78 años. La Universidad del Cabo lo considera un pionero de la cirugía. Vivió hasta sus últimos días con su pensión de asistente de laboratorio. Finalmente la historia empieza a reivindicarlo.
Fuente: Mendoza, Raul. El Cirujano Invisble. 2008. Consultada ( 22 de Julio del 2008 )
Disponible en : http://www.larepublica.com.pe/component/option,com_contentant/task,view/id,233140/Itemid,0/

Collage Vida Académica

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